jueves, septiembre 22, 2005

A enfrentar el TLC

Colombia se está preparando para enfrentar los retos que planteará el Tratado de Libre Comercio. El país no puede seguir sumergido en las opiniones de unos cuantos (opositores y simpatizantes) que dan su punto de vista sin ofrecer un panorama completo para que se pueda asumir una postura informada sobre el particular.
Entonces, es urgente que los colombianos tengamos la posibilidad de conocer, de primera mano, los aspectos mas importantes de la negociación y los instrumentos con los que cuenta el país para enfrentar el comercio exterior.
Uno de los escenarios propicios para difundir la información, debatir los temas y dar a conocer los detalles referentes al TLC es la academia. Durante los próximos días, Unilatina adelantará un seminario de ACTUALIZACIÓN EN COMERCIO INTERNACIONAL, orientado, entre otros aspectos, a informar sobre el estado actual de las negociaciones en el marco del TLC. En este sentido los objetivos, las posibilidades de acceso al mercado estadounidense y la desgravación arancelaria serán expuestos de manera profunda por Luis Fernando Fuentes, Director de integración económica del ministerio de Comercio, quien ha participado en la estructuración de las propuestas que Colombia ha presentado en las diferentes rondas de acuerdos previos al TLC. El mismo expositor abordará la situación actual de Colombia frente a la Organización Mundial de Comercio y las perspectivas para enfrentar los retos comerciales que se avecinan, pues muchos países, como China, desarrollan estrategias agresivas en diferentes campos para alcanzar nuevos mercados en el mundo.
De igual forma el Seminario organizado por Unilatina pretende profundizar en las medidas, herramientas y mecanismos que estipula nuestra legislación para el complejo mundo del comercio exterior. Por tal motivo, en el evento se darán a conocer las últimas modificaciones que han establecido el ministerio de Comercio, Industria y Turismo, la DIAN y el Banco de la República en la materia.
En el caso de China, una de las mayores preocupaciones para los productores colombianos tiene que ver con calzado y textiles. Pues bien, el seminario de Actualización en comercio internacional, que comienza el próximo lunes 26 de septiembre y termina el viernes 7 de octubre; abordará el asunto con el sub Director de Comercio Exterior de la DIAN José Yuri Moreno Bernal. Así mismo, el Jefe de Importaciones del ministerio de Comercio, Mauricio Jiménez Domínguez actualizará a los asistentes en temas vitales para el comercio exterior como los registros y licencias de importación y los trámites que se desarrollan en la nueva ventanilla única de comercio exterior, VUCE.
Otros expositores serán el sub Director técnico aduanero de la DIAN Alejandro Rubio Ayala, la consultora internacional en comercio exterior Enith Murilllo de Lozano, el Jefe de la división de Exportaciones de la DIAN, Javier Armando Rojas , el Gerente nacional de de DHL Danzas Air & Ocean, Julio César Acosta y el Jefe de la división de Investigaciones Especiales de la DIAN.
En cuanto a las temáticas que se abordarán en el Seminario, es importante destacar la selección de los asuntos más relevantes en el campo del comercio exterior, como son: los cambios normativos en importaciones, registros y licencias de importación, clasificación arancelaria, valorización aduanera, exportaciones, régimen sancionatorio, régimen cambiario, decomiso directo y aduanas.
El seminario está dirigido a gerentes, directores y empleados de las áreas de importación y exportación, jefes de logística, asesores de comercio exterior y profesionales vinculados a las SIAS, UAPS, ALTEX y depósitos aduaneros.
De esta manera Unilatina da un paso adelante en la apertura de espacios para conocer y debatir situaciones tan complejas como el Tratado de Libre Comercio, suministrando herramientas y argumentos que servirán para asumir posiciones informadas y, por ende, tomar decisiones que beneficien al país.
Los intresandos pueden comunicarse con el ingeniero Oscar Cañón en Bogotá en el teléfono 573 7488 ext. 123 o en el número celular 311 583 40 77.

miércoles, septiembre 21, 2005

Las indelicadezas menores de Santofimio

Sorprendentes resultaron las declaraciones dadas por el ex presidente Alfonso López Michelsen a la Fiscalía, en el marco de la investigación que se adelanta contra Alberto Santofímio Botero por el asesinato de Galán.
El ex presidente fue llamado por la defensa de Santofimio a rendir un testimonio ante la Fiscalía con la intención de tratar de lavar, con apellidos influyentes, la pésima imagen que tiene el acusado ante el país.
El propósito quedó claro cuando López Michelsen dijo: “Entre las armas de lucha de Alberto Santofimio, el excelente orador y hábil parlamentario, el homicidio no figura en su repertorio para ningún efecto”. Esto significa, según López, que una persona que habla con mucha propiedad y que se desenvuelve hábilmente en los fangos de la política, no puede ser un asesino ni mucho menos contemplar el crimen como alternativa para continuar y conservar el poder. Si esto fuera cierto, la inteligencia de los Rodríguez Orejuela o la de Pablo Escobar los hubiesen alejado del delito y los colombianos contaríamos otra historia. ¿Qué tiene que ver la inteligencia y la locuacidad de un personaje con sus instintos criminales? Esperemos que el ex presidente nos salga en los próximos días con su "original" teoría psicológica.
En su largo testimonio, el ex presidente aseguró también que Alberto Santofimio había estado preso por “indelicadezas menores” en la Presidencia de la Cámara. La historia de esas “indelicadezas menores” comienza en 1975 cuando fue acusado, por primera vez, de presuntas irregularidades en la celebración de contratos con personas analfabetas o inexistentes durante su gestión como presidente de la Cámara de Representantes, acusación de la que fue absuelto por el Tribunal Superior de Bogotá en 1979.
Pero las "indelicadezas menores" de Santofimio continuaron y en 1995 fue vinculado al proceso 8000 y se acogió a sentencia anticipada. Lo que no sabe el ex presidente, o por lo menos de saberlo lo oculta muy bien, es que Santofimio Botero lideró la invasión de un terreno en cercanías a Ibagué, concretamente en la vereda Picaleña, que en ese momento era disputado por el Club Campestre y por algunas familias que, títulos en mano, alegaron la propiedad de la tierra.
Una de las afirmaciones que más luces ofrecen sobre el talante cínico e irrespetuoso contra el país del ex presidente es que conoció muy poco a Alberto Santofimio por diferencias de edad: sin embargo, el “escaso” conocimiento le bastó para nombrar a Santofimio como ministro de Justicia en 1974 y unos años más tarde para ofrecerle la Jefatura de Debate en su campaña reeleccionista.
No es comprensible que un Presidente nombre a una persona que no conoce como ministro, pues se sabe que un cargo de semejante envergadura requiere de confianza y empatia, las que solo son posibles mediante el trato y el conocimiento. Sin embargo, si lo desconocía, ¿porqué, siete años después, le ofreció un cargo de tan alto nivel en su campaña de reelección?
La explicación, según López, es que la madre de Santofimio fue compañera de Cecilia Caballero de López (esposa del ex presidente) y por esa relación Santofimio llegó a las toldas lopistas. Aquí confirma entonces la vieja y absurda práctica clientelista según la cual, basta con una referencia familiar para ocupar un ministerio, sin importar las calidades y capacidades del contratado. Pero algo debió ver López en el hijo de la amiga de su esposa cuando le ofreció la Jefatura de Debate en la campaña de 1982. !Claro¡ López Michelsen vio los talentos de Santofimio en la oratoria y en el manejo de las maquinarias políticas y se hizo el desentendido con sus relaciones mafiosas.
El pollo López, el que “cuando habla, hace pensar al país” parece que no se escucha cuando habla, pues trató de explicar el ofrecimiento que le hizo a Santofimio asegurando que hasta ahora caía en la cuenta que el procesado, en esa época, ejecutaba órdenes de Pablo Escobar que estaban en contra de la campaña reeleccionista. Lo curioso es que López, según afirmó, ya sabía de los vínculos y de la estrecha relación que existía entre Escobar y Santofimio, quienes sostuvo, fueron presentados por el entonces senador Carlos Náder (quien será llamado a declarar por el caso de las amenazas a Daniel Coronell).
Siguiendo con el tono López: con esas indelicadezas menores, hubiese sido mejor que la defensa no acudiera al ex presidente de marras. Con amigos así...

lunes, septiembre 19, 2005

La trocha al Llano

Hace 10 años, la carretera Bogotá – Villavicencio estaba en plena construcción. Por la vía, una trocha llena de baches, cráteres y deslizamientos, solo se podía transitar en horas de la noche, porque en el día se realizaban los trabajos de la prometida autopista al Llano: espectaculares puentes, túneles de grandes dimensiones y un trabajo de reconstrucción de la vía eran las obras que llenaban a los llaneros de esperanza.
La adjudicación de la obra y la concesión se realizó en el gobierno de Ernesto Samper Pizano, quien viajó a Villavicencio al comienzo de su mandato (si se puede llamar así) para prometerles a los llaneros que volvería al final del periodo por la nueva autopista y a inaugurar el anhelado acueducto de la ciudad.
Ni lo uno ni lo otro. La famosa autopista en concesión tiene un tramo (el más peligroso e inestable) a cargo del Estado: en el mejor de los casos dicho tramo recuerda las épocas de la trocha que comunicaba a Bogotá con Villavicencio. El Estado nunca entrego esa parte de la vía, porque no lograron estabilizarla. Sin embargo, para llegar a Villavicencio, en solo peajes hay que pagar desde 21.900 hasta 120.200 pesos, según el vehículo. Como el trayecto es de 86 kilómetros, el valor de los peajes oscila entre 250 y 1.300 pesos por kilómetro (11 y 56 centavos de dólar, respectivamente). Eso, sin contar con las restricciones que INVIAS hace para realizar trabajos que eviten el desprendimiento de roca.
En cuanto al acueducto, la promesa de Samper se sabía que era un engaño: Villavicencio NO tenía un problema de acueducto sino de redes y ese trabajo, más costoso e impopular, requería prácticamente romper la mayoría de calles del centro y de los antiguos barrios de la ciudad. Finalmente un alcalde decidió darse la pela y solucionar el problema, de una vez por todas, del suministro de agua potable para los habitantes de Villavicencio. En cualquier caso, Samper no fue en carro a la capital del Meta, ni pudo tomarse una gota de agua del acueducto prometido.
Lo peor del caso es que el gobierno Samper decidió hacer un contrato absurdo en el que entregó una carretera en concesión, pero se reservó el mantenimiento del tramo que justamente requiere mayor inversión. Muchos de los usuarios de la carretera estarían dispuestos a pagar sin remordimientos todos los peajes, si el viaje fuera cómodo, seguro y transitando por una vía amable. Ese vicio que tenemos de llamar a cualquier cosa autopista es un despiste de ingenuos, posiblemente un disfraz para ocultar la pobreza en las vías nacionales, pero lo cierto es que la autopista al Llano es, en algunos tramos, una carretera mediocre, con decenas de hundimientos en la banca y con varios metros destapados: eso sin contar con los continuos derrumbes y los desprendimientos de rocas gigantescas que van a parar a la mitad de la vía; pero eso sí, el pago de los peajes es sagrado así no se vea la inversión de ese dinero por ningún lado.
Y es muy grave lo que está ocurriendo con la “autopista” al Llano, porque esa región, después de décadas de ser azotada por los grupos narcoterroristas, emprendió importantes tareas para atraer al turismo doméstico y dar a conocer las maravillas del paisaje y de la gente del Llano. Es más: en las últimas temporadas, Villavicencio se convirtió en uno de los principales destinos de los bogotanos, por su cercanía, el clima y las posibilidades de contacto con la naturaleza. Además, se han visto inversiones significativas en el fortalecimiento de la infraestructura turística, todo para responder al turismo procedente, sobre todo, del centro del país.
Claro, fundamentalmente la gente busca sitios alternativos, de fácil y cómodo acceso. Lo que está por verse es si la vía entre Bogotá y Villavicencio será una trocha de tortura o una carretera con un mantenimiento adecuado para que los viajeros sigan descubriendo las maravillas que tienen los Llanos Orientales.